sábado, 17 de enero de 2009

Dos relatos inanes

I
-A mi amigo imaginario no le gusta que hable con usted, doctor.
El niño se sienta en el diván. Se acerca a la biblioteca del consultorio. Toma un viejo libro de psicología experimental. Las letras, breve relámpagos negros, surcan las amarillas hojas. Saca el escalpelo.
- Dice que lo que hacemos no está bien. Que usted es un farsante.
Mira el retrato de una jovencita. Se pone la bata blanca y le dice al niño que se acueste de espaldas.
- Me dijo que no volviera. Que nada bueno…
Pide silencio. Apaga las luces. Un débil rayo de neón se cuela por la persiana. Cada vértebra se estremece al sentir la lengua lamiendo las lágrimas.
II
María Fernández vio al hombre de sus sueños conduciendo una camioneta Land Cruser. Rubio, de ojos azules y cuerpo de gimnasio, Fernando era el novio de una de sus compañeras. Paula, con sus moños de colores y camisas de cachorritos, había enamorado al hombre más guapo de la ciudad.
Cuando Paula vio el carro sintió derretirse cada músculo de su cara. Tenazas en los senos y llamas en los pies. El novio no deja de practicar con ella las recetas de Justine.

2 comentarios:

Flores Literarias dijo...

hola te he puesto en lanavedelostorpes,blogspot.com

Anónimo dijo...

interesante señor rojito, me gusta tu estilo¡ah tambien tu novia¡ no mentiras esto es charla