El hasta entonces desconocido Mark David Chapman unió con pólvora su destino al de la mítica estrella del Rock. Ese día Chapman, lector constante de libros ocultistas, se levantó con una ingeniosa idea: esperar, oculto tras unos matorrales, a que John volviera a prepararle la cena a su hijo, y mostrarle su admiración como nadie lo había hecho: tirotearlo a quemarropa. Chapman, eso hay que reconocerlo, sacó la pelota del parque.
En la superficie erizada del espejo ve dioses mancillados. Debajo de la ceja izquierda y junto a la mandíbula, pompas de vino estallan, hongos de sangre.
Casandra alcanza a sentir en el sonido del viento las pisadas del bárbaro invasor
En sus cansadas retinas Troya ya es un cúmulo de caliente ceniza.
En 1870, en una pequeña capilla al sur de Paris, Paul Verlaine contrajo matrimonio con una rolliza campesina. Dos años más tarde, huía de la heterosexualidad y de la pequeña casa de los suburbios de la mano de un grácil jovencito: Arthur R.
Hace más de medio año que los fantasmas no dejan dormir en paz. Los seguidores de Baco liban febriles vinos en la tinaja rosada.
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